Este mensaje no va dirigido a nadie en particular, sino a todo el colectivo de profesores de proyectos de la escuela. Desde hace algún tiempo estáis diciendo que nuestros cursos no tienen un nivel como el de años anteriores. Quizás sea que somos hijos de bolonia, y por tanto no tenemos tanto nivel como los licenciados, es lo que tienen las carreras diferentes, que salen alumnos diferentes aunque los profesores no cambien.
Pero bueno, no quiero discutir de planes de estudio ni de cosas por el estilo, es más no quiero discutir para nada. Esto es solo un apunte de como seria para mi un profesor de proyectos utópico. De ningún modo estoy criticando a los profesores de forma personal, si no en todo caso la manera de dar clase que tienen la mayoría.
Para empezar, es muy difícil atender a dos personas que hablan a la vez. Y con esto me refiero a que no creo que el sistema actual de 50 alumnos y dos profesores juntos sea la mejor manera de dar esta asignatura. En muy pocos casos he encontrado parejas de profesores que funcionen completamente coordinadas. Y no es por desprestigiar el tener varios puntos de vista, es simplemente que los estudiantes nos posicionamos por norma general con el profesor que más se acerque a nuestro propio punto de vista. Y al final salen bandos enfrentados.
Y si los dos profesores tienen el mismo punto de vista, es decir, que están perfectamente sincronizados, ¿Por que pago a dos profesores que me dicen exactamente lo mismo? Para eso me quedo solo con uno. Porque si se da el caso de que sean amigos y se cubran las espaldas el uno al otro, yo pierdo. Y si aun siendo amigos uno de los dos es el líder de la pareja y el otro entra poco más que para hacer unas pocas aportaciones, pierdo yo.
Por eso, yo creo que si hay cuatro profesores en cada asignatura de proyectos, cada uno debería tener su propio grupo, aunque los proyectos sean iguales. Pero por supuesto no grupos creados por lista, a esos compañeros que tengo en la lista les tengo muy vistos. Oh! entonces habría profesores que no tendrían ningún alumno o muy pocos... Quizás es que los profesores son los primeros que deben generar interés en la asignatura, ofreciendo proyectos interesantes y compitiendo entre ellos para ver quien tiene más alumnos, síntoma claro de que es él mejor o al menos él más querido.
Porque si nosotros debemos ser competitivos, ¿porque vosotros no? Os estamos pagando por una enseñanza de calidad y lo único que nos dais en ocasiones son clases y clases de correcciones que no aportan nada a nuestros proyectos. Luego os quejáis de que nadie va a clase y para solucionarlo, ponéis entregas adicionales, que en lugar de enriquecer nuestro proyecto le quitan tiempo de trabajo.
Por Dios, tenéis 25 o 20 jóvenes mentes deseando aprender durante cuatro horas seguidas cada semana. ¿Solo se os ocurre sentarlos a ver los trabajos de sus compañeros y a racanear alguna que otra referencia de arquitectos ya muertos? Mies mola mucho, pero ya no encaja en ninguna sociedad actual.
Poner esas mentes a trabajar, somos jóvenes y las hormonas controlan la mayoría de nuestras acciones. Ponernos retos de verdad, que podamos realizar. Y en lugar de ser los críticos más odiados de arquitectura, poneros el mono y dibujar con nosotros. Ayudadnos a conocer nuestros proyectos comparandolos con los que se están realizando ahora mismo. Y así, no solo saldremos ganando los alumnos, sino que vosotros también aprenderéis y seréis mejores profesores.
Viajar con nosotros, no pongáis solo que es obligatorio ir al solar donde tenemos que construir. Preguntarnos por nuestras inquietudes y comentarnos las vuestras, solo así se me ocurre que podamos resolvernos nuestras dudas mutuamente. Por favor, no os centréis en ser los malos de la película. Queremos compañeros, no enemigos.
No es tan difícil llevar esto a una clase, en serio que os lo digo. Mi mayor ilusión seria salir de una clase de proyectos, con varias hojas de monos de mi proyecto, no solo realizados por mi, si no por mis compañeros, entre los que tendría que incluirse el profesor. Dos clases de 4 horas cada una, son 8 horas y teniendo 20 alumnos puedes dedicarle a cada proyecto 24 minutos, tiempo más que suficiente para que en dos semanas cada alumno tenga su proyecto claro, y que no haya que perder el tiempo con cosas como planos de ubicación porque ninguno de tus compañeros sabe donde estas construyendo.
De esta forma, todos los alumnos y el profesor se ven implicados en mayor o menor medida en el proyecto. Y si los profesores conocéis los proyectos desde el principio y como han ido evolucionando en clase, la entrega final se corregirá en pocos minutos, básicamente en lo que tardas en recordar el proyecto en cuestión.
Porque proyectos tiene que hacerse y corregirse a la vez, es una tontería hacer muchas veces el mismo trabajo porque tienes que ir cambiando de sitio las bajantes del edificio. Y sobre todo, nunca hay que decir que no a un alumno. Algunos solo tienen problemas para expresar su idea, pero las ideas llevan siempre una reflexión interna, que no sois quien para negar rotundamente sin conocerla.
En definitiva, no queremos ogros en clase que solo vean lo que dibujamos mal porque aun no hemos dado las asignaturas correspondientes. Queremos, o al menos yo lo quiero, un profesor que sea mi compañero de viaje y que me ayude a llevar adelante mi propio proyecto, ya que es eso lo que hacemos una vez salimos de la escuela.
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